Estas bragas de algodón azules me han acompañado durante tres intensos días en el gimnasio. El primer día, sentía el roce suave mientras estiraba, cada movimiento provocando una chispa de deseo. El segundo día, la humedad del sudor las hacía pegarse a mi piel, intensificando la sensación. El tercer día, en el entrenamiento de pesas, estaban completamente impregnadas de mi esfuerzo y excitación, llenas de mi esencia más íntima. Y están esperando a la persona adecuada para que disfrute de ellas. envasadas al vacío