Llega un nuevo año y con él, según un estudio de las búsquedas más populares en Google, una serie de palabras para definir determinadas prácticas sexuales, cuyo significado a menudo ignoramos, aunque, en algunos casos, las practiquemos.

Femboys, gooning, edging y muchos más. Términos desconocidos para algunos y que no pueden seguir siéndolo, ya que están llamados a ser las nuevas tendencias sexuales de este próximo 2024.

Con el término femboy, un joven se identifica como varón pero con rasgos y características femeninas. Un paso más hacia la fluidez de género cada vez más común y compartida por los jóvenes.

Cuando, por el contrario, oímos hablar de gooning, nos encontramos en esa situación en la que optamos por ir a aumentar el placer sexual eliminando, por ejemplo, uno de los sentidos, como la vista. Una forma de permitir que la pareja amplifique el placer y aumente la intensidad y la posibilidad de un orgasmo realmente satisfactorio.

Pero, ¿qué es el edging?

El edging, también conocido como "peaking", es el acto de llevar a uno mismo al borde del orgasmo mediante la estimulación sexual, sólo para interrumpirlo o reducir su intensidad momentos antes de alcanzarlo. Esta práctica está cada vez más extendida y abarca cualquier práctica encaminada a alcanzar el orgasmo: desde la masturbación al sexo oral, pero también a través de la penetración. El objetivo es retrasar el orgasmo para prolongar e intensificar el placer sexual.

Práctica que requiere una cierta conciencia del propio cuerpo y de las señales sexuales propias o de la pareja. Se practica aumentando gradualmente la excitación sexual, deteniendo o reduciendo la estimulación en cuanto se alcanza el punto de no retorno (el punto en el que el orgasmo parece inminente). Una vez que el pulso del orgasmo ha disminuido, se puede reanudar la estimulación, lo que permite acercarse de nuevo al límite antes de volver a parar.

¿Cuáles son los beneficios de esta práctica?

El edging permite adquirir mayor conciencia y control sobre el cuerpo y la respuesta sexual. Ayuda a comprender mejor cuándo estamos a punto de llegar al orgasmo y proporciona un orgasmo de mayor intensidad cuando por fin decidimos permitírnoslo.

Parece ser, entre otras cosas, una buena manera de ralentizar la consecución, dar sesiones sexuales más largas e intensas, mejorando así la conexión emocional y física entre los miembros de la pareja.

¿Hay algún consejo útil?

Comunica siempre abiertamente a tu pareja tus deseos, límites y nivel de comodidad deseado. El edging es una práctica que requiere relajación total y paciencia. Nunca te sientas presionado. Cada individuo es único, sobre todo si hablamos de la esfera sexual, pero experimentar con nuevas prácticas y diferentes ritmos puede ayudar mucho a descubrir lo que mejor nos funciona.