La intimidad es un aspecto fundamental en cualquier relación. Pero igual de fundamental es encontrar la forma adecuada de mantenerla viva, sobre todo en aquellas relaciones que han durado mucho tiempo y que a menudo corren el riesgo de caer en la costumbre.
Entonces, ¿cómo avivar la llama y evitar que la intimidad se convierta en una práctica estándar y poco estimulante? Experimentar y dejarse llevar es la clave para evitar que esto ocurra, y las formas de hacerlo son infinitas.
He aquí un ejemplo.
Quien diga que ver porno es 'cosa de tíos' o algo para disfrutar a solas, está muy equivocado. Si esto no te convence, lee nuestro artículo sobre Las tendencias sexuales de las mujeres italianas reveladas por PornHub.
¿Lo ha probado alguna vez en pareja? Puede parecer un tema delicado y sujeto a opiniones, pero si se aborda con franqueza y respeto, puede fortalecer la conexión emocional y física entre la pareja.
Pero veamos en detalle cómo disfrutar juntos de la pornografía puede mejorar la relación, ¡incluida la que hay bajo las sábanas!
La clave de cualquier conversación sobre sexualidad en pareja es la comunicación abierta. Antes de decidir ver pornografía juntos, es fundamental mantener una conversación sincera y respetuosa sobre los deseos, las expectativas y los límites de ambos. Esto puede ayudar a evitar malentendidos y a crear un entorno seguro en el que ambos se sientan cómodos explorando nuevas posibilidades. Si te apetece, planea ver la película juntos como parte de una velada romántica o después de un baño caliente juntos, la noche dará un giro a menudo inesperado.
El contenido que se puede encontrar en Internet es infinito. Pero no vale lo uno por lo otro, al menos no para ambos. Si, en efecto, los hombres se centran en el acto de la penetración y los contenidos concebidos para ellos duran una media de 7 a 8 minutos (el tiempo que tardan, de media, en alcanzar el placer), para las mujeres la cosa es completamente distinta. Las mujeres aprecian más el contexto y, en general, la situación que el acto.
Estamos rodeados de tabúes que a menudo se infiltran en la vida de pareja y acaban limitando y arrastrando a las personas a situaciones monótonas. Hablar, contar y compartir. Elegir y ver porno juntos puede ayudar a la pareja a sentirse más libre a la hora de compartir sus fantasías, deseos y preferencias. Utilícelo como punto de partida para iniciar conversaciones estimulantes sobre sexualidad. Les ayudará a comprender mejor qué excita al otro y cómo pueden satisfacer sus deseos sexuales.
Date la oportunidad de explorar nuevos escenarios, fantasías o posturas que quizá aún no hayas considerado. Explorar conducirá sin duda a una mayor variedad en su vida sexual, reavivará la pasión (en caso de que se hubiera apagado) y la creatividad entre los miembros de la pareja. No olvides, sin embargo, asegurarse de que su pareja está cómoda, respetar los tiempos y dejar que las situaciones le guíen hacia una apertura total que le sorprenderá.
Después de disfrutar juntos de la pornografía (suponiendo que podáis llegar hasta el final), es importante reflexionar sobre cómo el hacerlo ha afectado a vuestra conexión. Los momentos íntimos que siguen pueden ser igual de importantes y darte aspectos de tu pareja que no conocías. Hablad de los descubrimientos realizados, de lo que os ha gustado o disgustado menos y, por qué no, de vuestros deseos. Redescubriréis una complicidad y una comunicación que, en algunos casos, se habían perdido y que darán a vuestra relación ese avance que estabais esperando.
Recuerda que nunca debes hacer comparaciones con los protagonistas del vídeo que has elegido y que no debes centrar tu atención totalmente en las imágenes y olvidarte de tu pareja. Acabarás creando ansiedades innecesarias en tu pareja que conducirán inevitablemente al resultado contrario.
Vive el porno como una forma de alimentar tu imaginación sexual. Será como combustible para la llama de tu pasión.
¿A qué esperas? ¿Ya has elegido qué ver esta noche? Las categorías son infinitas y es realmente difícil no encontrar algo que os guste a los dos. También podéis optar por un apasionado relato erótico o incluso un audio erótico que os deje crear imágenes y protagonistas en vuestras mentes.