Las bragas usadas , ese magnífico fetiche que vuelve locos a algunos. Desde hace algunos años el negocio de las bragas usadas ha sufrido un gran crecimiento, tanto de vendedoras como de compradores.
En los años 90 surgieron en Japón, los primeros negocios de bragas usadas, en las famosas vending machine (las máquinas expendedoras en la calle), desde entonces ha cambiado mucho la cosa. La llegada de la era de Internet a supuesto para este negocio una gran revolución, y es que gracias a Internet cualquiera puede comprar o vender hoy en día bragas usadas.
Es muy fácil. Normalmente la mujer interesada en vender elige las braguitas que tenga en casa que quiera vender y las lleva durante uno o más días (las bragas muy usadas son también de gran interés). Tras esto, se suele hacer fotos con ellas puestas o directamente del producto. A algunos compradores no sólo les gusta ver las braguitas en la chica, si no que también quieren saber el estado en el que han quedado, es decir, ver los fluidos corporales que han quedado en ellas.
Los siguientes pasos son sencillos: anunciar la prenda y esperar a algún comprador interesado. En este momento es cuando interviene Panty.com . Nuestro mercado ha surgido para dar respuesta a la necesidad de crear un lugar de encuentro entre vendedoras y compradores. Panty.com hace que vender bragas usadas sea fácil, y se convierta en algo divertido para hombres y mujeres.
Para las vendedoras de bragas usadas, hacerlo a través de Internet les permite la discreción y anonimato que cada una quiera. Tienen la seguridad de poder contactar con un comprador potencial sin exponerse más de lo necesario, y al mismo tiempo consiguen unos ingresos extras.
La venta de braguitas usadas supone una liberación para la sexualidad de la mujer. Y es que, no sólo hay que pensar desde el punto de vista de los chicos. Las chicas que se lanzan al negocio, disfrutan de cada uno de los pasos, disfrutan con la venta y el juego que supone vender sus prendas íntimas. Para los chicos todo este juego, proceso y preocupación que hay detrás de cada braga usada por parte de cada mujer, es lo que lo hace más interesante. La prenda en sí no sólo tiene que ser sexy y estar usada, sino que la historia que hay detrás de cada braguita y cada chica es lo que la hace más interesante.
Las bragas muy usadas también son el fetiche de algunos. Y es que hacer deporte con ellas, llevarlas varios días puestas o tener un día intensivo, permite que las braguitas tengan olores más intensos, y que las hagan muy interesantes para las mentes más juguetonas.
El negocio de las bragas usadas es un paso más dentro de la sexualidad de hombres y mujeres. Es una diversión para ambos y en Panty.com hayan el punto de encuentro ideal para dar rienda suelta a la imaginación.